Dos jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 20 años, acompañados por una psicóloga de la AVT, participaron la pasada semana del 23 al 31 de julio en el Proyecto Commond Bond, organizado por la asociación estadounidense Tuesday’s Children, el cual se vienes desarrollando desde el año 2008.
Tuesday’s Children es una asociación que se creó tras los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre del 2001, por familiares y amigos que habían sufrido la barbarie terrorista, con el fin de desarrollar programas que satisfagan las necesidades de las miles de personas, especialmente de menores, que han sufrido un atentado.
El proyecto Commond Bond, se ha desarrollado con el objetivo de ayudar a adolescentes que comparten el vínculo común de haber perdido algún familiar en un atentado terrorista, y que se esfuerzan por promulgar los valores de tolerancia, dignidad y paz. Estos años se han reunido adolescentes de 20 países, Macedonia, India, Argentina, Pakistán, Sri Lanka, Francia y Estados Unidos, entre otros.
El principal objetivo del proyecto es convertir la experiencia de haber perdido a un ser querido en acciones positivas que ayuden a otros adolescentes a superar pérdidas familiares en actos terroristas. Para ello han elaborado un programa cuyo formato y contenido ha sido desarrollado entre otros, por la Universidad de Harvard. En este programa, los adolescentes aprenden nuevas formas de comunicarse con el medio y de manejar y expresar sus emociones, en un ambiente en el que comparten emociones y experiencias con jóvenes de su edad, sintiéndose de esta forma mucho más libres de comunicar sus experiencias, preocupaciones y miedos. Además, los adolescentes mejoran su autoconcepto al sentirse gratificados comprobando que pueden ayudar a sus homólogos, lo que incentiva así mismo un espíritu de unión y responsabilidad con sus semejantes.
Los jóvenes, a través de grupos terapéuticos por la mañana expresan en un ambiente seguro las consecuencias que los actos terroristas han tenido en su vida, además se les enseña a manejar situaciones de conflicto, promoviendo de esta manera un mundo en el que rija la tolerancia y la paz. Además, por las tardes realizan actividades lúdicas, como deporte, arte, teatro…, que favorecen la comunicación, el intercambio cultural y de opiniones con respecto a los contenidos de las experiencias compartidas en el campamento.
Al mismo tiempo que los menores trabajan las consecuencias de los actos terroristas durante las mañanas, los representantes de las asociaciones se reúnen para compartir los programas que realiza cada una de ellas en su país, dando nuevas ideas para poder implementar o mejorar los programas de los que dispone cada asociación. Sin lugar a dudas, la AVT es un claro referente para el resto de asociaciones del mundo debido a la calidad de sus programas, en especial el programa de atención psicológica y los avances conseguidos en la legislación española gracias la lucha de la AVT por preservar los derechos de las víctimas del terrorismo. De hecho, el programa “Mapa de la memoria” de la AVT a través de sus testimonios en el que colabora APAVT y los libros testimonio de APAVT en los que colabora la AVT, tuvieron especial repercusión entre los representantes de Tuesday Children debido al gran valor histórico-testimonial que reportan. Este regalo realizado a la asociación estadounidense por su invitación a la AVT a participar en el programa PCB durante tantos años fue bien recibido y extensamente agradecido.
Además, tras las actividades de la tarde, una de las noches del campamento, tanto los menores participantes en el programa como los monitores encargados de estos, pudieron acercarse en grupos de diez a cada representante de cada asociación para informarse sobre el trabajo que realiza esta o sobre inquietudes sobre el país al que pertenecía cada asociación.
Además, de las actividades anteriormente mencionadas, todas las noches después de cenar se realizaban diferentes actividades para los menores orientadas a mejorar su resiliencia y el trabajo en equipo para la resolución de los conflictos, como por ejemplo, una conferencia de un superviviente de Afganistán a la edad de 5 años.
Para finalizar el campamento los menores pudieron disfrutar la noche del sábado del “Talent Show”, actividad en la que los participantes que lo deseen pueden mostrar al resto del campamento el talento que posean o bailes típicos de su país.
Este tipo de iniciativas no sólo ayuda a los menores que participan en el programa sino que también redunda en todos aquellos con los que tienen contacto, especialmente amigos y familiares promoviendo de este modo un mundo mucho más pacífico. Para los adolescentes españoles es además, una situación perfecta para poner en práctica su inglés.