La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) comenzará el próximo martes 9 de mayo a atender psicológicamente a víctimas del terrorismo del País Vasco.
La AVT firmó en 2012 un convenio de colaboración con la Universidad Complutense de Madrid cuyo objetivo es realizar un seguimiento psicológico de las víctimas del terrorismo. Este seguimiento pretende por un lado conocer hasta qué punto están afectadas por algún trastorno psicopatológico, y por otro, dar el tratamiento psicológico más eficaz disponible a aquellas personas que presenten un diagnóstico relacionado con haber sufrido un atentado terrorista. Hasta el momento, el convenio se ha llevado a cabo en las Comunidades Autónomas de Extremadura, Murcia, Valencia, Galicia, La Rioja, Madrid, Castilla La Mancha, y ahora en el País Vasco.
Debido a los buenos resultados obtenidos en el tratamiento en las otras Comunidades Autónomas, y con el objetivo de mejorar la salud psicológica de todos los asociados y por ende su calidad de vida, se decidió continuar con el proyecto, llevándolo a cabo en este caso en el País Vasco, ya que somos conocedores de la necesidad de asistencia psicológica en dicha comunidad autónoma, sobre todo por la situación que aún a día de hoy, siguen viviendo las víctimas del terrorismo en esta región.
Así pues, tras realizar el primer contacto con los asociados, cinco psicólogos que trabajan bajo las premisas del citado convenio, se están desplazando a realizar entrevistas presenciales a cada una de las provincias del País Vasco, donde en las diferentes delegaciones del Gobierno y en el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, están realizando su labor asistencial.
Los psicólogos que están trabajando en el proyecto en el País Vasco, destacan la importancia del seguimiento que se ha empezado a hacer a las víctimas de esta comunidad por varias razones. La primera de todas es que, las víctimas que allí han permanecido tras el atentado comentan que, dada la circunstancia social de la región, apenas han hablado de lo que les ha sucedido con nadie, por miedo a no saber de qué “bando” eran. Esto, dicen, llegaba hasta el punto de acudir a asistencia médica o psicológica y no contar que sus lesiones estaban relacionadas con el atentado. Es por ello, que los psicólogos se están encontrando a gente con muchas ganas de expresarse y hablar, no sólo de lo que les sucedió, sino también de cómo han tenido que llevar todas las consecuencias derivadas del atentado y de ser víctima del terrorismo en un ambiente hostil para ellos.
La segunda razón por la que este programa es de gran importancia es porque, en muchos casos, es la primera vez que estas personas tienen contacto con un psicólogo. Indican a este respecto que esta ayuda les habría venido muy bien en los primeros momentos, pero agradecen a la AVT que aun así se busque conocer su historia y darles ayuda.
El último motivo a destacar de la implementación de este programa es la detección de casos en los que, desgraciadamente, las consecuencias psicopatológicas siguen muy presentes a día de hoy, aunque hayan pasado más de 30 o 40 años en algunos casos.
Identificar a estas víctimas y ofrecerles un tratamiento psicológico adecuado para mejorar su calidad de vida, es un objetivo prioritario que la AVT se ha marcado para esta etapa.