Cuando se produce un ataque terrorista y en los días posteriores, la prensa y las redes sociales se inundan de noticias sobre el atentado y condolencias. Semanas después, ya nadie se acuerda de qué ha pasado, pero las víctimas tienen que vivir con todas las secuelas psicológicas para siempre.
La condición de víctima del terrorismo no prescribe, y la sociedad tiende a olvidar que existimos con el paso del tiempo. Una buena forma de construir el verdadero relato del terrorismo consiste en hacer el ejercicio de empatizar con las víctimas y acercarnos a descubrir qué sienten y cómo podemos ayudarlas. ¿Qué siente una víctima del terrorismo? ¿Cómo se superan todos esos síntomas psicopatológicos? En la Asociación Víctimas del Terrorismo contamos con psicólogos especializados en terrorismo que nos ofrecen las claves para dar respuesta a estas preguntas.