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En la Asamblea Anual de la AVT (Asociación Víctimas del Terrorismo) celebrada hoy en Madrid, el presidente Juan Antonio García Casquero ha hecho una defensa encendida de la unidad de las víctimas del terrorismo; de la concienciación social de la condición de víctima del terrorismo - algo que ha estimado imprescindible para dar a conocer a la sociedad la situación moral de las víctimas y de sus familiares- y de la independencia de la AVT. Durante la Asamblea se han ratificado las cuentas, el presupuesto, el plan de acción y la gestión de la Junta Directiva de este último año. García Casquero y su equipo han logrado el apoyo del 60% de los asociados que han asistido o delegado sus votos; confirmando así que el colectivo apoya la gestión de esta directiva.
El presidente de la AVT ha lamentado que el noble propósito de la actual Junta, lograr la unidad de las víctimas frente al terrorismo, haya sido precisamente el objeto "de los ataques, incluso de ámbito personal" por parte de "una minoría de miembros de nuestro colectivo que no han reparado en el daño que con sus actuaciones le han podido infligir a la asociación y a la imagen que ofrecemos a la ciudadanía".
"Algunos asociados han recurrido a la prensa para intentar ejercer sobre esta Junta una presión acerca de la cual hemos guardado silencio hasta llegar a esta Asamblea", -añadía el presidente de la AVT-, "no sin esfuerzo, anteponiendo, a diferencia de quienes nos insultaban, la imagen de la Asociación y de nuestro colectivo a la nuestra propia". "Es aquí, en este foro en que sólo estamos asociados, sin medios de comunicación, donde quiero decirles a estas personas que su actuación ha sido indigna e impropia de una víctima que guarda un mínimo respeto por nuestra Asociación y nuestro colectivo", señalaba el presidente de las víctimas.
García Casquero reflexionaba también ante los asociados reunidos en Madrid sobre el último año. Se refería a la existencia todavía –lamentablemente- de los terroristas, a la presencia de éstos en las corporaciones municipales y al hecho de que finalmente pudieran presentar su candidatura fantasma a las últimas elecciones europeas. El presidente de la AVT recordaba también que "seguimos sin conocer quién ideó y ordenó los terribles atentados del once de marzo". Y se lamentaba de que las víctimas tuvieran que cargar con la dificultad de superar "las heridas físicas o psicológicas que los atentados dejaron en sus vidas".
Por otra parte se felicitaba de que por fin los terroristas recibieran la aplicación de la ley y se mostraba esperanzado por el cambio de gobierno en el País Vasco; un ejecutivo al que pedía que "no adopte jamás la postura equidistante entre el asesino y la víctima"; algo que fue una constante en los ejecutivos nacionalistas.
García Casquero señalaba también que la defensa de la independencia de la AVT "ha sido en ocasiones una tarea muy ardua". Y criticaba que "algunos de los medios de información y políticos que nos apoyaron en el pasado exijan ahora que les apoyemos a ellos en términos partidistas, lo que francamente hace que planee la duda sobre las intenciones que realmente les animaron a caminar a nuestro lado".
El presidente de la AVT se ha reafirmado en su intención de lograr que la "AVT sea independiente para que las víctimas se aúnen y cuyos fines sean única y exclusivamente la asistencia y defensa de las víctimas y la lucha contra el terrorismo".