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ACTUALIDAD - 26-02-2021

Marlaska sigue acercando a asesinos en plena negociación de la transferencia de prisiones al País Vasco

Mientras el Gobierno ultima la transferencia de prisiones al País Vasco, otro viernes más hemos recibido el ya habitual correo electrónico del Ministerio del Interior que tiene por título: Traslados. Con el afán de seguir contentando a sus socios de gobierno, en el día de hoy se ha comunicado el acercamiento de otros 4 presos etarras a cárceles propias y cercanas al País Vasco y Navarra, de los cuales, tres de ellos acumulan 13 asesinatos. Además, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha dispuesto el regreso al Centro Penitenciario de Ávila, de la interna preventiva María Soledad Iparraguirre Guenechea “Anboto”.

El Señor Marlaska ha convertido los viernes en el día oficial de los acercamientos. Una tradición que no falla semana tras semana. Con los de hoy, bajo la tutela de este Gobierno, ya ascienden a 176 los traslados, correspondientes a 151 etarras, 39 de los cuales ya cumplen condena en el País Vasco o Navarra. Con nuestros datos, el Gobierno de Sánchez ya ha realizado 68 traslados de etarras con delitos de sangre, que acumulan a sus espaldas la friolera de 163 víctimas mortales en 124 atentados. Desde la AVT tenemos claro que el futuro de los presos es acabar en cárceles de estas regiones, cerca de sus domicilios. En algunas ocasiones estos traslados cuentan con una “parada técnica” en prisiones limítrofes para luego terminar su camino en la Comunidad Autónoma Vasca. Porque como venimos denunciando desde hace mucho tiempo, el fin de estos terroristas es la calle. Porque no lo olviden, no los quieren cerca, los quieren libres.

Todas las semanas tenemos que dar la desgraciada noticia a nuestros asociados de que el asesino de un ser querido o de que el terrorista que intentó arrebatarle la vida va a ser trasladado cerca de sus familiares. Unos familiares que las víctimas del terrorismo no tienen porque estos terroristas decidieron un día asesinarlos. Es nuestro deber velar por el derecho a la verdad, la memoria, la dignidad y la justicia de todas las víctimas del terrorismo, por eso, ante este tipo de decisiones tan lesivas para nuestro colectivo, exigimos una explicación. Necesitamos saber por qué se han traspasado con creces todas las líneas rojas, por qué los presos siguen sin colaborar con la Justicia, por qué les vale con una carta tipo de arrepentimiento, por qué se siguen acercando a cárceles del País Vasco a etarras con delitos de sangre…

Esta semana hemos observado con incredulidad e indignación como varias asociaciones de familiares y allegados de presos de ETA (Etxerat y Sare) han intentado utilizar la crisis sanitaria originada por la COVID19 para pedir la libertad de los presos de ETA: “Mejoraría mucho la situación poner en libertad, de inmediato, tal y como recomendaron la ONU, la OMS, el Consejo de Europa, a muchos presos y presas por su derecho a la salud y a la vida”. Estas declaraciones nos parecen humillantes para las víctimas del terrorismo, los que ahora reivindican su derecho a la salud y a la vida no dudaron en ningún momento en quitársela a muchos ciudadanos sin el menor remordimiento.

Los presos etarras que esta semana verán mejorada su situación penitenciaria sin colaborar con la Justicia son:

Patxi Javier Macazaga Azurmendi. Del Centro Penitenciario de A Lama (Pontevedra) a la prisión de El Dueso (Cantabria). En 2004 fue condenado a 39 años de prisión como responsable del atentado que acabó con la vida de Juan María Jaúregui Apalategui. Ese año también fue condenado a 81 años de prisión como responsable del atentado que acabó con la vida de Ramón Díaz García y a otros 81 años por el asesinato de José Ángel Santos Laranga y Josu Leonet Azkune. También en 2004, se le condenó a 30 años por el asesinato de Mikel María Uribe Aurkia. En 2003 fue condenado a 27 años como responsable del asesinato de José María Korta Uranga. También en 2003 fue condenado a más de 90 años de cárcel como responsable del asesinato de Iñaki Totorika Vega. En 2006, se le condenó a 18 años como autor del asesinato de Santiago Oleaga Elejabarrieta. En 2010, la Audiencia Nacional le condenó a 30 años de cárcel como autor del atentado que asesinó a Manuel Indiano Azaustre.

Ana Belén Egües Gurruchaga. Del Centro Penitenciario de Córdoba al Centro Penitenciario de Asturias. En 2004 fue condenada por la Audiencia Nacional a 83 años por el asesinato de Luis Ortiz de la Rosa. En 2006, fue condenada 323 años de prisión como autora del atentado que acabó con la vida de Justo Oreja Pedraza. En 2014 la Audiencia Nacional le condenó a 30 años de prisión por el asesinato de Pedro Antonio Blanco García.

Eneko Gogeaskoetxea Arronategui. Del Centro Penitenciario de A Lama (Pontevedra) al Centro Penitenciario de El Dueso (Cantabria). Fue condenado en 2016 por la Audiencia Nacional a 92 años de cárcel por la muerte del ertzaina José María Aguirre Larraona durante el intento de asesinato al Rey emérito durante la inauguración del museo Guggenheim de Bilbao en 1997.

Ainhoa Barbarín Yurrebaso. Del Centro Penitenciario de Valencia al Centro Penitenciario de Álava. Fue condenada en 2006 por la Audiencia Nacional a 14 años de prisión por la colocación de un coche bomba en el Aeropuerto de Málaga en 2001 que fue desactivado por los TEDAX. En 2007 la condena fue confirmada por el Tribunal Supremo. En 2009 la Audiencia Nacional le condenó a 208 años de prisión por la colocación de un coche-bomba en la localidad tarraconense de Salou cuya explosión en agosto de 2001 provocó 18 heridos, entre ellos tres guardias civiles y varios niños. En 2010 la condena fue confirmada por el Tribunal Supremo.

Además, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha dispuesto el regreso al Centro Penitenciario de Ávila, de la interna preventiva María Soledad Iparraguirre Guenechea “Anboto”. En la actualidad se encuentra en el Centro Penitenciario Madrid V, a disposición de la Audiencia Nacional.

TRASLADOS ETA:

Total traslados: 176 (correspondientes a 151 etarras)

Al País Vasco o Navarra: 39 (11 por tercer grado y 6 por enfermedad, 22 porque sí)

Con delitos de sangre: 68

Total terceros grados: 18

Con delitos de sangre: 5

Libertades condicionales: 6

Con estos acercamientos, el Ministerio del Interior no hace otra cosa que confirmarnos algo que ya sabíamos: una de sus prioridades principales es acercar a todos los etarras al País Vasco. Da igual el dolor, la humillación y el desprecio que esto conlleve para las víctimas del terrorismo, para este Gobierno es más importante contentar a sus socios que preocuparse por el bienestar de las víctimas. Por eso, les recordamos que nuestros 40 años de lucha infatigable al frente de este colectivo nos legitiman para seguir alzando la voz ante estas decisiones tan dolorosas para nosotros. Nunca dejaremos de reivindicar la Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia de las víctimas del terrorismo.