Desde la AVT consideramos una auténtica vergüenza que el asesino confeso y condenado Iñaki De Juana Chaos esgrima como argumento la depresión y el estrés postraumático para evitar ser extraditado.
Son los argumentos de un cobarde a quien no le tembló la mano para asesinar a 25 personas que no pensaban como él. Como cobarde que es, ha empleado todos los resquicios de nuestro Estado de Derecho y de Irlanda del Norte para evitar ir a prisión. Aquel a quien no le tiembla el pulso para asesinar, aquel a quien no le tiembla la voz para hacer apología del terrorismo y justificar su barbarie, no puede esperar conmiseración ni piedad de la ley.
Son argumentos burdos y burlescos. Pareciera que quisiera equipararse a las víctimas, pues alega dos elementos que padecen las víctimas que sobrevivieron a sus atentados: depresión y estrés postraumático. Y eso sí que es "inmensamente desproporcionado e inhumano"; por cierto, que son las palabras usadas por su abogado para evitar su extradición por "persecución de unas ideas políticas". Eso sí que es indecente. Señalar un trato inhumano para con un asesino confeso que ha seguido despreciando el dolor de sus víctimas. ¿Por qué debe haber piedad del Estado de Derecho frente al supuesto dolor y depresión de De Juana, si ha sido incapaz de mostrar un ápice de arrepentimiento en los 21 años que estuvo en prisión?
Pedimos al juez Tom Burgess que no se deje conmover por alguien que ha demostrado su frialdad a lo largo de los años, incapaz demostrar un ápice de humanidad. Pedimos que no se deje chantajear bajo el pretexto de que si De Juana regresa, morirá por otra huelga de hambre; algo que ya hizo en el pasado haciendo uso de su capacidad para decidir, como adulto que es. ¿Es esto acaso una advertencia al gobierno español?