Minuto y resultado en la actualidad de las víctimas del terrorismo, Maite
Bueno, desgraciadamente vivimos una época muy complicada para las víctimas del terrorismo. Se ha derogado de facto la política de dispersión, se siguen haciendo homenajes a terroristas en las calles del País Vasco y Navarra, el protagonismo político y reconocimiento que el Gobierno y los partidos que forman parte de él han dado a los herederos del brazo político de ETA ha aumentado a pesar que desde la AVT hemos presentado cientos de indicios para su ilegalización... Te diría que lejos de mejorar la situación de las víctimas, con la llegada de este Gobierno, se ha visto empeorada con creces.
Además, tenemos que recibir también reveses del exterior, como la decisión del TEDH sobre Atristain o que EEUU haya retirado a ETA de la lista de organizaciones terroristas. Son momentos bastante duros.
¿Todo esto es lo que os llevó a volver a la calle el 26 de marzo?
Sí. Las víctimas del terrorismo y los ciudadanos implicados en nuestra causa, llevaban mucho tiempo reclamándonos que volviéramos a salir a la calle por todas las cuestiones que he señalado anteriormente. La pandemia hizo retrasar este momento, pero el pasado mes de marzo ya dijimos “hasta aquí”. Realmente fue muy emotivo ver cómo volvimos a llenar la Plaza de Colón de Madrid reclamando los derechos de las víctimas del terrorismo. Volvimos a sentir el cariño de la sociedad… fue pura vitamina para poder seguir luchando por la Verdad, la Memoria, la Dignidad y la Justicia.
¿Qué te ha llevado a volver a presentarte como candidata a la presidencia de la AVT?
Pues básicamente, que mi trabajo no ha terminado. Han sido años muy intensos luchando por las víctimas del terrorismo, pero aún queda mucho por hacer. Hemos realizado mucho trabajo psicosocial, de concienciación, en los tribunales… pero realmente hay muchos asuntos en los que queda mucho por trabajar. El relato, sin duda es uno de ellos.
Además, las víctimas del terrorismo necesitan una atención integral a corto y largo plazo. A todos aquellos a los que le gustaría guardarnos en un cajón y cerrar con llave, les diría que las víctimas del terrorismo jamás seremos algo del pasado.
El trabajo que realiza la AVT es muchas veces un gran desconocido.
Estoy totalmente de acuerdo. A veces parece que trabajamos solo como institución a nivel político, algo sin duda esencial, pero la otra cara es si cabe más importante. En la AVT trabajan diariamente cinco psicólogas, tres trabajadoras sociales, dos periodistas, dos abogados, dos personas de administración…. Hay un equipo de trabajo muy importante detrás de los que ponemos la cara. Desde la AVT damos ayudas económicas a las víctimas que no llegan a fin de mes, las ayudamos a reinsertarse laboralmente, realizamos muchos talleres psicológicos y de ocio para ellas… También llamamos a las víctimas en el aniversario de su atentado para preguntarles cómo se encuentran y si necesitan cualquier cosa. Cuando nos contactan medios de comunicación para entrevistar a víctimas, nos aseguramos de que están preparadas para dar ese paso, jamás exponemos a los medios a alguien que no quiere o que no se encuentra bien.
Muchas veces me da mucha rabia que no se sepa todo el trabajo que hay detrás y que se nos tilde de fachas o de estar politizadas. A todos los que dicen eso les invitaría a venir a nuestra sede y ver el trabajo que se realiza diariamente.
¿Qué retos os planteáis en materia de justicia en esta próxima legislatura?
Pues sin duda, continuaremos revisando los llamados ‘casos sin resolver’, estaremos muy vigilantes con el cumplimiento íntegro de las condenas por parte de los terroristas y, como no, seguiremos trabajando por el derecho a la verdad de las víctimas del terrorismo.
¿Cuáles son los retos a futuro que os planteáis?
Pues creo que no podemos pasar esta página de la historia sin haber leído el libro antes, no podemos mirar al futuro sin recordar el pasado. Recordar para homenajear a nuestros muertos, pero también para no blanquear a los responsables de tanto dolor y sufrimiento. Es importante que las generaciones futuras pongan cara y nombre a los responsables por acción. Pero también, a los responsables por omisión. A los que apretaban el gatillo y accionaban las bombas, pero también a los que los aplaudían y defendían desde las instituciones y que, a día de hoy, siguen defendiendo que algunos asesinatos tuvieron justificación. Defender la dignidad de las víctimas es aprobar leyes que reconozcan su especificidad y prevean ayudas y prestaciones para el colectivo, pero también es ponerlas en el centro del debate público, es llevar sus historias a las aulas y a las televisiones autonómicas, es incluirlas en los planes de estudio. Que lo más jóvenes conozcan sus testimonios, sus historias. No pedimos más, ni menos, que esto: que se defienda la Verdad, la Memoria, la Dignidad y la Justicia de las víctimas del terrorismo.