ACTUALIDAD - 23-12-2009

Intervención del presidente de la AVT, Juan Antonio García Casquero, en la rueda conjunta con Dignidad y Justicia sobre el Caso Egunkaria

El día 15 de diciembre se inició juicio en la Audiencia Nacional en torno al diario Egunkaria y su relación con ETA. Tras la retirada del Fiscal, el proceso ha seguido adelante con la presencia de Dignidad y Justicia y la Asociación Víctimas del Terrorismo como acusación popular. Una retirada de la fiscalía incomprensible ya que impulsó la investigación y apoyó el procesamiento de los imputados.

Desde días antes del inicio de la vista en la Audiencia Nacional y en los días posteriores, la cobertura que los medios de comunicación españoles han hecho de todo el proceso ha dejado mucho que desear desde el punto de vista de las víctimas.

Informativos de radio, televisión y páginas en prensa han cubierto en su práctica totalidad el asunto con información referente a los encausados, su discurso y el 'supuesto' ataque a la libertad de expresión y a la cultura vasca en el que se ha convertido el proceso. Nosotros vamos contra la cultura que quiere imponer ETA. Vamos contra la cultura del Terror.

Un espectáculo mediático que tuvo su máximo apogeo el día del inicio del proceso cuando apenas algún medio de comunicación hizo referencia a la presencia de la totalidad de los presidentes de las asociaciones representadas en la Federación de Asociaciones de Víctimas, así como, la presencia de víctimas relevantes apoyando a las acusaciones populares, Dignidad y Justicia y a la AVT. Sólo un medio mencionó esta presencia y sólo otro reprodujo la fotografía de estos representantes.

En cambio, todos los medios dieron un lugar destacado en cuanto a espacio, imágenes y preferencia a los encausados y seguidores. Además, las víctimas tuvieron que vivir el espectáculo de la manifestación de varios representantes del poder político (miembros de ERC y PNV) presentes en la Audiencia Nacional para apoyar a los imputados en el 'caso Egunkaria'. Apoyo que las víctimas no hemos recibido nunca de ninguno de estos señores en un juicio contra el terrorismo. Fue la foto de esos políticos apoyando al entramado de ETA la que apareció prácticamente en todos los diarios salvo uno, donde sí apareció la fotografía de los representantes de las víctimas.

La información sobre el proceso a Egunkaria no ha estado exclusivamente ceñida a lo sucedido en los tribunales, sino que todos los encausados han concedido una o varias entrevistas a diferentes medios de comunicación. Éstas han sido usadas como una proclama a la libertad de información y de expresión, mostrando el proceso al público (espectadores, oyentes o lectores) como un ataque al derecho a la libertad de expresión, más que como un proceso judicial.

Parece que hay una especie de corporativismo que no es incomprensible. Nunca hemos presenciado crónicas de un juicio donde se reproduzcan de forma tan extensa las declaraciones de los acusados. Están defendiendo como parte de su profesión a una serie de individuos que no son sus compañeros sino que están al servicio de un grupo terrorista. No trabajan para la libertad de expresión. Trabajan para ETA. Para nosotros las víctimas resulta especialmente doloroso comprobar cómo los medios de comunicación le han dado muchísima importancia a que los acusados en el caso Egunkaria nieguen los delitos de los que se le acusan y hayan reproducido en los medios sus frases exculpatorias en un bombardeo de titulares, en los que entre otras cosas, han resaltado las torturas. ¿Cuántos etarras han visto ustedes que admitan su delito en el juicio?

Con este tratamiento del Caso Egunkaria están haciendo ustedes un flaco favor a la lucha contra el terrorismo. Como a lo largo de estos días escasos medios de comunicación han otorgado el más mínimo espacio a los representantes de las víctimas personadas en este procedimiento como acusaciones populares aprovechamos esta rueda de prensa, que hemos tenido que convocar nosotros, para explicar y exponer el porqué de personarnos y mantenernos como acusaciones populares en el Caso Egunkaria.