El pasado lunes 25 de septiembre la presidenta de la AVT Maite Araluce, ofreció una charla a todas las colegialas del Colegio Alcor titulada "El día que ETA cambió mi vida".
La historia de Maite Araluce no dejó indiferente a nadie. "Acabábamos de empezar a comer cuando oímos varios tiros; nos abalanzamos a la ventana y vimos en la acera, al borde del coche, el cuerpo ensangrentado de mi padre. Dos de mis hermanos bajaron inmediatamente a la calle, mientras los demás atendíamos a mi madre", rememoró. “Hay muchas voces de distintos ámbitos que nos lo piden, debéis de pasar página, nos dicen. Pero desde nuestra condición de víctimas hay aún situaciones que son hirientes. Por ejemplo, las secuelas físicas de aquellos contra los que atentaron, su pérdida de empleo o inestabilidad emocional; también aquellos homenajes a los terroristas que salen de prisión y son recibidos entre aplausos cuando retornan a sus casas”, argumentó. Araluce también quiso subrayar el papel de la AVT. “Quienes no hemos tenido derecho a la justicia, necesitamos tener derecho a la verdad”, dijo en referencia a los numerosos atentados que están aún sin aclarar y resolver.