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La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) celebró una concentración la noche del 2 de febrero de 2010 en Madrid para mostrar la condena y repulsa de la sociedad española ante el ataque sufrido por las tropas españolas en Afganistán. El acto sirvió de homenaje y recuerdo al soldado fallecido, John Felipe Romero Meneses y a sus seis compañeros heridos, y como muestra de apoyo a sus familias.
Durante la concentración, que tuvo lugar en la Plaza de Cibeles en Madrid, se guardó un minuto de silencio en memoria del fallecido, tras la lectura, por parte del presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Juan Antonio García Casquero, del texto que sigue a continuación:
Estimados amigos y amigas,
Una vez más, la sociedad española se ve obligada a salir a la calle a expresar su repulsa y condena por un acto de terror. Esta noche, queremos expresar nuestro más profundo pesar por el ataque sufrido por las tropas españolas en Afganistán y el asesinato del soldado John Felipe Romero Meneses.
Además, lanzamos un mensaje de ánimo, apoyo y compañía tanto para su familia como para las de sus seis compañeros que también resultaron heridos en el ataque. La sociedad española en todos sus ámbitos debe mostrar su apoyo y su solidaridad con las víctimas y sus familias en unos momentos enormemente difíciles.
Y es que una vez más, el terrorismo vuelve a golpear en Afganistán a personas que han acudido con la intención de ayudar, luchando por las libertades y la democracia.
En su ansia de destrucción, los terroristas atentaron indiscriminadamente contra un convoy militar que escoltaba a una misión del Programa Mundial de Alimentos. Atentaron contra quienes trataban de ayudar a la población afgana.
El terrorismo, como por desgracia hemos comprobado en ya demasiadas ocasiones, no entiende de solidaridad ni de paz. Sólo tiene un lenguaje, las armas. Y un sólo objetivo: el terror.
En estos duros momentos es más necesaria que nunca la reflexión. La misión española en Afganistán, en la que continúan las bajas de nuestros compatriotas, no es la propia de una organización no gubernamental. Es una misión de apoyo logístico y militar en una zona en la que el conflicto armado es diario y continuo.
Tanto John Felipe como sus compañeros heridos, y otros soldados españoles caídos anteriormente, forman parte de una fuerza internacional que lucha contra el terrorismo talibán, con el objetivo de contenerlo y erradicarlo desde su base.
Por ello, es imprescindible pedir al Gobierno español que la misión de las tropas españolas en Afganistán cuente con el mejor instrumental posible, ya que es una zona de conflicto bélico abierto. Es necesario dotar a nuestros soldados de todo lo imprescindible para que hagan frente al terrorismo yihadista con el que conviven día a día y del que no paran de sufrir ataques. Y esto es algo que hemos vuelto a comprobar en las últimas horas.
Y es que el terrorismo no es un enemigo con un rostro fijo. No es un ejército. Se esconde en la cobardía que dan las sombras para causar terror y destrucción sin importar cuantas vidas se lleve por delante.
En pleno siglo XXI, en la época de la globalización, la cooperación internacional se ha demostrado como un arma fundamental en la lucha contra el terrorismo en todos sus niveles.
Es el caso de la cooperación España-Francia en la lucha contra ETA, que tanto está ayudando para exterminar la lacra terrorista en nuestro país. Por el contrario, un hecho como la ridícula condena impuesta hace unos días en Marruecos a Mohamed Belhalj, implicado directo en los atentados del 11 de marzo de 2004, son un duro golpe a la lucha contra el terrorismo a nivel internacional.
Es por ello que queda mucho trabajo por delante, especialmente en Afganistán. Es importante recordar a la sociedad española, a las autoridades y a las instituciones, que el ejército español destacado en Afganistán, no sólo se dedica a reconstruir zonas y ayudar a la población, sino que presta labores de apoyo a la policía y el ejército afgano con el objetivo de frenar el avance del terrorismo.
Una vez más, la sociedad española vuelve a salir a la calle para lamentar y condenar un atentado terrorista.
Pero también es momento de mandar un mensaje de apoyo a la labor de nuestras tropas destacadas en Afganistán, y recordar que aunque se acuda allí en misión de Paz se trata de una guerra de vital importancia: la lucha contra el terrorismo.
Muchas gracias.