La AVT quiere mostrar su más enérgica repulsa a la puesta en libertad de Juan José Rego Vidal, el terrorista que entre otros atentados, intentó asesinar al Rey en el verano de 1995 y que estaba en la cárcel pagando su condena.
Desde la AVT no podemos entender que un etarra confeso y condenado pueda ver se beneficiado por el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario que permite hacer "la situación más flexible", lo que en palabras más sencillas se suele llamar "razones humanitarias".
Esas "razones humanitarias" son las que alegamos las víctimas para que este terrorista confeso permanezca en la cárcel; desde nuestro colectivo entendemos que puede estar controlado en la enfermería de la prisión y ser trasladado a un hospital cuantas veces así lo precise.
La opción que se le da al terrorista de vivir en su propia casa nos parece inadmisible pues el terrorista pasa de ser "condenado o preso" a ser simple y llanamente una persona incapacitada en su propia casa; nos da igual que el carácter jurídico atestigüe que el terrorista sigue estando cumpliendo con su pena. Los hechos son simples: el terrorista condenado tiene la posibilidad de volver a su hogar sin haber cumplido su pena íntegramente. ¿Qué humanidad han recibido todas las víctimas del terrorismo? ¿Se han apiadado de ellas cuando las asesinaban o las herían?
Desde la AVT advertimos de que se está enviando un mensaje muy peligroso a los terroristas: se les está diciendo que el Estado de Derecho tiene subterfugios, para evitar pagar una condena.