Maite, revalidas tu cargo como presidenta de la AVT y comienzas tu séptimo año al mando de la asociación de víctimas del terrorismo más numerosa de España. ¿Qué te ha llevado a querer continuar?
La verdad es que ser presidenta de una asociación como la AVT es un verdadero honor y una gran responsabilidad, pero también incluye un trabajo invisible muy duro y poco reconocido. Tal y como afirmé la última vez que revalidé el cargo, continuo básicamente porque creo que el trabajo está sin terminar. Queda mucho recorrido aún en materia de víctimas y tengo la sensación de que si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie.
¿A qué te refieres exactamente? ¿Qué retos tiene por delante la AVT?
Lo primordial es visibilizar nuestro trabajo para demostrar que las víctimas seguimos siendo algo del presente. Puede que ETA ya no mate, pero sus víctimas seguimos estando aquí y necesitando una asistencia específica e integral. Pero es que en la AVT no sólo tenemos víctimas de ETA, tenemos víctimas de más de 15 grupos terroristas que tienen sus particularidades y sus necesidades. No se puede invisibilizar a un colectivo tan numeroso y tan importante en nuestro país, aunque a algunos les duela. Además, ¿cómo se puede decir que el terrorismo es algo del pasado cuando hace unos días han sido asesinados tres españoles en Afganistan? El terrorismo está ahí y es algo que hay abordar desde el asunto de la desradicalización hasta las víctimas.
Ahora estamos muy centrados en nuestro trabajo a nivel europeo. Vivimos un tiempo en el que la verdad se difumina y la identificación entre los malos y los buenos es muy confusa. Aquí hay terroristas de un lado y víctimas del otro y necesitamos que todos los Estados miembros y todos los países identifiquen quienes son los malos y quienes somos las víctimas. Me da igual que se llame ETA, Daesh, GRAPO... En este momento son los principales enemigos, ellos y los proyectos totalitarios que defienden, y es importante la unanimidad para reconocerlo. Después vendrá el trabajo en favor de sus víctimas.
¿Cuál dirías que es la situación actual de las víctimas del terrorismo en España?
El mayor drama que vivimos ahora las víctimas del terrorismo en España es ver cómo nos gobiernan personas que se sienten más próximas a los herederos del brazo institucional de ETA, que por cierto siguen sin condenar los atentados de ETA y sin reconocer que no tuvieron ninguna justificación. Además, a las víctimas del terrorismo, cada vez que alzamos la voz, intentan callarnos haciéndonos ver que el terrorismo es algo del pasado. Afortunadamente la violencia de ETA es algo del pasado, pero las víctimas somos presente.
¿La batalla del relato sigue siendo una de las principales prioridades?
Sin duda. Porque a pesar de todo lo que trabajamos, la estamos perdiendo. Se puede ver en los resultados de las últimas elecciones en el País Vasco o en declaraciones de Otegi que pasan totalmente desapercibidas y son una auténtica barbaridad (“hay presos a los que hay que dar una salida en términos de convivencia… Es bueno para la convivencia que no haya presos en el país. En todos los conflictos del mundo, cuando ha desaparecido la violencia armada los presos han vuelto a sus casas"). Tener que escuchar esto para las víctimas del terrorismo es una revictimización brutal, una auténtica aberración. Y parece que no le importa a nadie. Y además parece que los jóvenes compran este discurso. Es realmente descorazonador. Pero desde la AVT no vamos a cejar en nuestro empeño de luchar contra esta situación ofreciendo todas las charlas en los centros educativos que nos sea posible, en organizar jornadas en Universidades…
En nuestras últimas jornadas en la UPV, en el campus de San Sebastián, asistieron muchas personas, pero tan sólo un estudiante. Uno solo. Esto es el botón de muestra de la realidad que se vive.
Además del relato, ¿Cuáles son las máximas preocupaciones en la actualidad para las víctimas del terrorismo?
Nuestra máxima preocupación actual es que los instrumentos con los que nos dotamos para hacer frente al terrorismo, y que fueron y son eficaces, se han revertido para contentar a los amigos de los terroristas. Y de hecho, tememos nuevos cambios en este sentido: derogar la reforma del cumplimiento íntegro de las condenas, despenalizar el enaltecimiento del terrorismo, hacer distinciones entre terrorismos más o menos graves según convenga... Básicamente que se reescriba la historia.
Un mensaje para el futuro, Maite.
Que no nos dejen solas. Desde la AVT, aunque nos recorten subvenciones, aunque tengamos que sacar el mismo trabajo con muchos menos trabajadores/as, vamos a seguir luchando por las víctimas del terrorismo siempre.
Las víctimas del terrorismo llevamos muchos años de lucha, no sólo contra los terroristas que mataron a nuestros seres queridos, también contra la desmemoria. No vamos a permitir que los jóvenes no sepan que pasó y está pasando en este país, porque si no, estamos condenados a que vuelva a ocurrir.
La AVT es una institución con más de 4.800 asociados/as. La asociación de víctimas más antigua del mundo y un referente para otras asociaciones a nivel nacional e internacional, y lo seguiremos siendo con esfuerzo, trabajo, profesionalidad y dedicación... Se lo debemos a ellos/as. A todos/as.