Excelentísimas autoridades, queridas víctimas del terrorismo, queridos amigos.
Me gustaría que comenzásemos guardando un minuto de silencio por todas las víctimas del terrorismo que hoy no pueden estar con nosotros.
Hoy celebramos el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo y, además, hoy se cumplen 20 años del peor atentado de la historia de Europa. Dos décadas desde que España sintió cómo el tiempo se detenía. Cómo el silencio imperaba. Cómo miles de vidas se rompían en pedazos. Ya nada volvió a ser como era antes.
Y un año más, estamos aquí para recordar a todas las personas que fueron asesinadas y resultaron heridas aquel día. Uno de los principales motivos que a la AVT nos lleva a celebrar año tras año este acto en memoria de las víctimas del 11M no es otro que la empatía. En un mundo cada vez más individualista, les invito a todos a hacer el ejercicio de volver a esos trenes aquel fatídico 11 de marzo de 2004.
Cuando muchas personas volvieron a entrar en los trenes a ayudar sin saber si estallaría otra bomba.
Cuando los taxistas apagaron sus taxímetros.
Cuando los sanitarios demostraron que su compromiso va más allá del juramento hipocrático.
Cuando Bomberos, Policía y Guardia Civil trabajaron sin descanso.
Cuando miles de ciudadanos se agolparon en los hospitales para donar sangre.
Cuando cientos de personas se acercaron a aquellas carpas de IFEMA simplemente para acompañar.
En definitiva, cuando se produjo el mayor acto de solidaridad y empatía que se recuerda. Y eso es lo que nos trae a todos hoy aquí. Nuestra voluntad no sólo de no olvidar, sobre todo nuestra voluntad de recordar y de mostrar nuestra máxima empatía con todos los que aquel día lo perdieron todo.
A todos los ciudadanos que voluntariamente os habéis querido acercar hoy aquí a rendir este bonito homenaje a las víctimas del 11M os doy gracias infinitas. Os honra, porque desde luego ahora mismo, en lo que se refiere a las víctimas del terrorismo, la consigna es que miréis para otro lado.
A todos los representantes de la clase política que estáis hoy aquí también os doy las gracias, sin embargo, a vosotros os diría que vuestra presencia aquí es una obligación. Porque vosotros se lo debéis a las víctimas del terrorismo.
Les recuerdo que aquel 11 de marzo de 2004 no atacaron a nadie en concreto, aquel día atacaron a España. A las víctimas del terrorismo no sólo hay que acompañarnos el día del atentado y los 4 días posteriores. A las víctimas del terrorismo hay que acompañarnos de por vida. Dándonos el lugar que merecemos. Reconociendo que lo que nos pasó fue injustificado, sin dobles lecturas y sin excusas.
Estrés postraumático, depresión y ansiedad. Ese es el estado actual de muchas de las víctimas del 11M 20 años después. ¿Hay que obviar esta situación? ¿Hay que silenciarnos y escondernos debajo de una alfombra? ¿Cómo quieren que olvidemos y pasemos página? ¿Cómo quieren que una madre, un padre, una hija, un hijo… pasemos página? No queremos. Y no debemos.
Es muy importante que las víctimas del terrorismo contemos la historia y se nos escuche. Y es primordial que los jóvenes en España sepan qué ha pasado. En la AVT volcamos muchos de nuestros esfuerzos en este punto. No podemos mirar al futuro sin recordar el pasado. Recordar para homenajear a nuestros muertos, pero también para no blanquear a los responsables de tanto dolor y sufrimiento. Es importante que las generaciones futuras pongan cara y nombre a los responsables por acción. Pero también, a los responsables por omisión. A los que apretaban el gatillo y accionaban las bombas, pero también a los que los aplaudían y defendían desde las instituciones y que, a día de hoy, siguen defendiendo que algunos asesinatos tuvieron justificación.
Siento deciros que las víctimas tenemos hoy una sensación de derrota total, y no es para menos:
Todo esto que he relatado es completamente cierto, por lo que la sensación inequívoca de derrota que tenemos está más que argumentada. Pero les aseguro que no nos vamos a rendir. Por más piedras en el camino que nos pongan, no van a conseguir silenciarnos jamás. Aunque tengamos cada vez menos altavoces, aunque nos limiten los medios materiales y humanos para seguir trabajando por y para las víctimas del terrorismo y aunque nos encontremos ante un horizonte de lo más oscuro, les aseguro que no van a conseguir silenciarnos.
Para quien nos quiera escuchar:
Reflexionen. Reflexionen sobre todo esto porque es nuestra realidad actual.
Termino prácticamente rogándoles que no nos olviden. Que no nos maten otra vez. Que tengan siempre presente que las víctimas del terrorismo somos un patrimonio muy importante de este país. Les vuelvo a repetir que aquel 11 de marzo nos atacaron a todos. En ese tren había 191 personas con nombre y apellidos que fueron asesinadas, pero ellos no eran el objetivo. El objetivo éramos todos. Todos los españoles. Nuestra libertad. Nuestra democracia. Nuestros valores. Por eso somos todos los que tenemos que dar la cara. Por ellos. Por todos.
Muchas gracias.