El pasado 22 de mayo las asociaciones y fundaciones de víctimas presentes en el Consejo Vasco de Víctimas del Terrorismo, se han reunido con todos los grupos políticos en el Parlamento Vasco. La representación de las víctimas ha expuesto la propuesta para proteger las condiciones de dignidad y respeto establecidas en la Ley 4/2008, de 19 de junio, de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo, en Euskadi. A través de una iniciativa parlamentaria, se trata de articular un régimen sancionador para las conculcaciones a la normativa, tal y como se hace con otros tipos de victimizaciones.
Las reuniones con cada grupo parlamentario (Euzko Abertzaleak-Nacionalistas Vascos, EH Bildu, Socialistas Vascos-Euskal Sozialistak, Grupo Popular Vasco, Grupo Mixto - SUMAR y Grupo Mixto – VOX), fueron solicitadas por las entidades: AVT, APAVT, COVITE, Fundación Fernando Buesa, ZAITU y ASERFAVITE. A cada grupo le fue remitida la propuesta por escrito (se adjunta dicha propuesta) y fue acordada la realización de diferentes encuentros en el Parlamento Vasco, al que han acudido una persona por cada entidad de víctimas y la representación que cada grupo parlamentario ha estimado pertinente. Obviamente, ni AVT ni APAVT mantuvieron ningún tipo de encuentro con EH Bildu, abandonando la sala nuestra representante en el momento de ese encuentro.
En cada reunión, establecida su duración en 45 minutos, las entidades de víctimas hemos comentado la propuesta remitida con antelación. En resumen, constatamos hechos frecuentes en los que se atenta contra la dignidad de las víctimas, con actos humillantes (como exaltación de terroristas asesinos y colaboradores, brindis o bailes populares por los presos, o la ocupación del espacio público con sus imágenes, entre otras acciones revictimizadoras). Frente a esos actos conculcadores de compromisos normativos que protegen a las víctimas del terrorismo (Convenciones y Recomendaciones de Naciones Unidas, del Consejo de Europa, del Parlamento Europeo y de la legislación propia), hemos reaccionado con diversas iniciativas, con poco o nulo éxito, durante años. El daño a las víctimas persiste y la conculcación de los compromisos éticos y normativos también.
Una sociedad sana no puede permitirse que en sus calles se homenajee a asesinos.