Hace 31 años, un día como hoy, las llamas devoraban el Hotel Corona de Aragón, un hotel de cinco estrellas, en el centro de Zaragoza, donde se hospedaban empresarios, militares y muy diversas personas.
Desde el primer momento, todos coincidieron en señalar que era un atentado terrorista, aunque sus víctimas -79 muertos y 113 heridos- tardaron casi 30 años en ser reconocidas como tal –en febrero del año 2009, una sentencia del Tribunal Supremo reconocía a una víctima del hotel Corona el derecho a la Gran Cruz de la Real Orden del Reconocimiento Civil-.
Por desgracia, 18 años después, en 1997, ETA prosiguió su estela de asesinar. Acababa entonces con la vida de un joven concejal, Miguel Ángel Blanco, que se convirtió en el símbolo de una sociedad que, decidió no mirar más para otro lado. No todos, pero fue el inicio de un cambio, el inicio de una concienciación de la opinión pública en contra del terrorismo.
Desde estas líneas nuestro más emocionado recuerdo en una fecha tan señalada.