Casi un centenar de víctimas del terrorismo, la mayoría de edad avanzada, participó en la

Noticia

ACTUALIDAD - 13-09-2010

"Inolvidable" peregrinación al Rocío de la AVT

Casi un centenar de víctimas del terrorismo, la mayoría de edad avanzada, participó en la I Peregrinación al Rocío de la AVT, celebrada los días 11 y 12 de septiembre, con la ayuda inestimable de la Real e Ilustre Hermandad del Rocío de Gibraleón (Huelva). A ella acudieron tres miembros de la Junta Directiva, Ángeles Pedraza –presidenta- , Manuela Lancharr o –secretaria general y tesorera- y Víctor Villalobos –vocal-, así como el coordinador de Deportes y Eventos, Miguel A. Folguera.

La Hermandad del Rocío de Gibraleón, encabezada por su Hermano Mayor, José Díaz, y su presidente Francisco José Fernández, ha hecho posible estas jornadas de convivencia de la Asociación, encargándose de toda la infraestructura a lo largo del camino, logrando que los peregrinos jamás tuvieran falta de bebida, comida, o lugares donde descansar.

El día 10 de septiembre las víctimas llegaron procedentes de toda España, a Huelva para descansar de cara a una primera jornada que se preveía agotadora, como así fue. El despertador sonó de madrugada y a las 4:30 horas, todos los peregrinos de la AVT se levantaron y se prepararon para iniciar la etapa más larga del camino, 46 kilómetros, con salida desde la localidad onubense de Gibraleón. Allí, a las 6 de la mañana, el párroco de la Hermandad, Teodoro Bernal, ofició una breve misa donde se realizó una ofrenda floral por todas las víctimas del terrorismo, con un especial recuerdo a las víctimas del 11S, en el noveno aniversario de la tragedia más grande causada jamás por el terrorismo. Antes de salir desde la ermita de Gibraleón, tras recibir todos la bendición para el camino, el Hermano Mayor de la Hermandad, José Díaz, dio una vara de peregrino con la imagen del Rocío a cada una de las víctimas, que llevaba adherida una pequeña cinta en recuerdo de la I Peregrinación al Rocío de la AVT.

La primera de las paradas de este trayecto se realizó en San Juan del Puerto, donde la Hermandad de San Juan les recibió, les ofreció un desayuno y les impuso la medalla de honor de la Hermandad de San Juan. Junto a ellos, se encontraba el Obispo de Huelva, José Luis Vilaplana, que quiso apoyar el peregrinaje de la AVT con su presencia.

Pese a que la etapa era muy larga, muchas de las víctimas quisieron realizarla a pie. Otros hicieron uso de los coches y carros escoba de la Hermandad de Gibraleón para descansar; nada que decir, si se tiene en cuenta que hubo valientes de hasta 86 años. Aunque el sentir de todos era hacer el máximo del trayecto a pie y para ello, en cada kilómetro, la Hermandad de Gibraleón había dispuesto un lugar de avituallamiento con agua y fruta. Además, un médico viajaba con el convoy y confirmaba que los peregrinos podían seguir a pie.

Las víctimas se han sentido muy emocionadas en esta peregrinación, donde por todas partes había gente animando y acompañando al grupo de la AVT. En palabras de los peregrinos de la AVT "ha sido la mejor terapia" de fin de semana para sus preocupaciones y cuando éstas ocupaban su pensamiento, los trabajadores de la AVT desplazados, han intentado mitigar esa desazón, ofreciendo palabras de ánimo.

A mediodía del sábado 11 de septiembre, el grupo llegó a Montemayor, donde se habían dispuesto sillas, mesas y camiones para el descanso de los peregrinos, que han convivido con los miembros de la Hermandad de Gibraleón en unas jornadas de auténtico hermanamiento, en las que han intercambiado numerosas experiencias.

Sobre las 15:00 horas, en medio del camino, una gran paella y otros entrantes esperaban a los peregrinos para retomar fuerzas para los últimos 15 kilómetros de la jornada. Tras descansar, iniciaron el recorrido que cruza el Coto de Doñana, donde varios autobuses escoba iban recogiendo por los diferentes tramos a las víctimas que necesitaban descansar. Ya a las 20:00 horas, llegaron a la casa que tiene la Hermandad de Palos por el camino, tras haber superado los 43 kilómetros. Allí, la Hermandad había preparado mesas y sillas, además de una abundante cena. Antes, los peregrinos emplearon los camiones cisterna para asearse, visitaron al médico para que les cuidara las ampollas de los pies y descansaron un poco.

Después de la cena, el párroco de Gibraleón, que se acercó hasta el Coto, rezó el rosario con todos los congregados. Entonces, la AVT realizó varios obsequios a la Hermandad de Gibraelón, al Director de El Coto de Doñana y al director de la empresa de autobuses escoba de El Coto- que los puso a disposición de la AVT, gratuitamente- . La Hermandad obsequió a la AVT con un cuadro de su Simpecado, y la medalla de la Hermandad, en plata. Tras un largo día de convivencia todos se fueron a dormir.

A las 6:00 de la mañana del 12 de septiembre ya estaban todos los peregrinos en marcha para recorrer los últimos 15 kilómetros, todos ellos dentro del Coto de Doñana. Cuatro horas después, todos fueron bautizados en el río por el Hermano Mayor de la Hermandad de Gibraléon. Y en un último esfuerzo, llegaron todos juntos a la entrada de El Rocío, donde se juntaron todos los peregrinos de la AVT –los que habían empleado los autobuses escoba, y los que iban caminando- para entrar todos juntos en la aldea rociera, para asistir a la misa del mediodía oficiada por el vicario.

En el trayecto, desde la entrada de la aldea hasta la iglesia, los peregrinos de la AVT fueron jaleados y acompañados por todos los que iban saliendo de sus casas; abriéndoles camino para entrar en la ermita. Allí los recibió la Hermandad Matriz que permitió que la Junta Directiva de la AVT, encabezada por Ángeles Pedraza, asistiera a la misa desde la parte interna de la reja. Autoridades de la zona, párrocos venidos desde localidades cercanas, no quisieron dejar solos a la AVT, que realizó una ofrenda floral durante la misa. Ésta fue dedicada a todas las víctimas del terrorismo y al deseo de que esta lacra termine. La Eucaristía terminó con un conmovedor aplauso de toda la gente que estaba en misa en solidaridad con las víctimas; éstas fueron, además, recibidas por el vicario que transmitió su apoyo y emoción a todas las víctimas.

Al finalizar, las víctimas tomaron un pequeño descanso en la casa de la Hermandad de Gibraleón en el Rocío y sobre las 14:30 se desplazaron hasta la Palma del Condado donde se realizó una comida de Hermanamiento entre la AVT y la Hermandad de Gibraleón. Hasta allí se acercaron miembros de la Policía y de la Guardia Civil, que estuvieron apoyando esta peregrinación desde el principio y que colaboraron para que todo se desarrollara sin sobresaltos. El día concluyó con el regreso al hotel, donde se realizó una noche de convivencia entre las víctimas, que expresaron su deseo de repetir en una actividad que les ha ayudado emocionalmente.

Desde estas líneas nuestro agradecimiento a la Real e Ilustre Hermandad de Gibraleón por haber hecho posible esta peregrinación y a la ayuda prestada por la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva.


Paraguas por la Paz Matt Lamb, en el Rocío de la mano de la AVT

La AVT llevó uno de los paraguas de Paraguas por la Paz Matt Lamb en su peregrinación al Rocío. Esta asociación, que intenta divulgar el mensaje de un mensaje de paz, tolerancia, entendimiento, esperanza y amor, se encuentra en España realizando sus actividades, dirigidas principalmente a los niños. Al conocer la peregrinación de la AVT al