Queridas víctimas, estimadas autoridades y amigos

Quiero agradecer ante todo, la asistencia">

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Discurso de clausura del Congreso del 30 Aniversario de la AVT

ACTUALIDAD - 11-06-2011

Discurso de clausura del Congreso del 30 Aniversario de la AVT

Queridas víctimas, estimadas autoridades y amigos

Quiero agradecer ante todo, la asistencia de centenares de víctimas, y amigos a este Congreso que hemos realizado con tanto cariño y esfuerzo. Igualmente, puesto que han sido pocas las instituciones que han acudido a este Congreso quiero agradecer igualmente la asistencia de doña Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad de Madrid quien no dudó en estar con nosotras. De la misma manera que lo ha hecho el alcalde de Madrid, al abrir las puertas del Ayuntamiento a las víctimas del terrorismo. Quiero también agradecer a los miembros de la Asamblea de Madrid y a los diputados nacionales que han querido compartir con nosotros la celebración de este Congreso con motivo de nuestro 30 Aniversario.

Un congreso que tenía y sigue teniendo como objetivo prioritario, marcar una hoja de ruta de las demandas incumplidas de las víctimas, marcar un camino de denuncias, de lucha para lograr lo que siempre hemos exigido: un final definitivo del terrorismo con vencedores y vencidos. Un final donde no tenga lugar ni la impunidad penal, ni la impunidad histórica ni la política. Porque no hay mayor afrenta a la dignidad y la memoria de las víctimas, que la impunidad. En este sentido, la AVT seguirá reivindicando la persecución policial de todos y cada uno de los terroristas, su puesta a disposición judicial para que sean juzgados y el cumplimiento máximo de sus penas, rechazando cualquier medida de gracia y cualquier medida que implique reducir la estancia en prisión de los terroristas.

Porque sin Justicia, no hay dignidad para las víctimas; sin justicia, la víctima no descansa; porque la impunidad representa el peor de los escenarios posibles para una víctima: es la certificación de que su asesino ha vencido, de que asesinar todavía es gratuito en este país.

Hoy estamos aquí, 30 años después, celebrando la fundación de esta asociación, la idea de unirnos todas las víctimas para luchar juntas... Como seguimos haciendo hoy. Somos muchas. Cada una con ideas diferentes de cómo abordar el terrorismo y cómo batallarlo. Pero al final, nuestro dolor, que es común, nuestro afán por acabar con el terrorismo que nos cambió la vida, nos hace uno, nos hace fuertes. Y que nos ha traído aquí, a este congreso que recuerda nuestro angosto, difícil camino, lleno de obstáculos, que ha tenido grandes cimas, grandes logros como conseguir que el terrorismo no prescriba en caso de muerte o el cumplimiento íntegro de las condenas, apoyado por la doctrina Parot.

Os aseguro que tengo un sueño, el de poder mirar algún día hacia atrás y decir con firmeza y satisfacción que ganamos, que vencimos, que ya no están. Por desgracia, las últimas semanas hemos tenido más de un mazazo con la aparición de Bildu, o lo que es lo mismo, de nuevo el acceso de ETA a las instituciones.

Pero dejadme que emplee esta metáfora...pienso y deseo pensar que es un revolcón más de las olas... es como si tratáramos de ganarnos al mar, sobre una embarcación... Hay momentos de zozobra, cuando se inicia la navegación, pues el rompeolas es imprevisible en los primeros nudos; son momentos de incertidumbre- como cuando fundamos esta asociación-. Hay momentos de aparente calma, donde la navegación se hace apacible, y hay momentos de tempestad, donde, como buenos marinos debemos enfrentar la fiereza de la tormenta, y al mar con más brío que nunca. Estamos en un momento parecido... Debemos enfrentar el mar con más brío que nunca, con más fuerza que nunca porque sabemos que de eso dependerá un final justo, con vencedores y vencidos como venimos reclamando.

Debemos mantenernos unidas como hasta ahora para vencer al terrorismo, porque sabemos mejor que nunca que la unión hace la fuerza y que así se vence a los terroristas, como ha demostrado nuestra lucha estos treinta años. Confío en que dentro de otras tres décadas, los motivos de reunirnos sean otros, y no la exigencia de seguir luchando contra el terrorismo. Confío en que dentro de treinta años podamos celebrar, echando la vista atrás que fuimos más fuertes, que nuestra dignidad, nos ayudó a conseguir lo que siempre exigimos: justicia, memoria y verdad.

Gracias de todo corazón por haber compartido con nosotros todos estos días de congreso, por haber apreciado el esfuerzo realizado para que permanezca la memoria de las víctimas a través del documental y la exposición. Gracias por haberos sentido tan cerca de nosotros, porque si algo buscamos con este congreso fue destacar por encima de todo, la entereza y dignidad de las víctimas; que desde su ética infinita decidieron batallar el asesinato cruel mediante la justicia y la dignidad. Gracias por ayudarnos en nuestro camino hacia la Verdad en estas jornadas de hermanamiento y recuerdo.

No quiero finalizar mi discurso sin agradecer especialmente a los patrocinadores y colaboradores que nos han tendido una mano para que esto fuera posible, a Felipe Mejías, que ha sabido plasmar a través de la arena la esencia de un alma golpeada por el terrorismo; a Pedro Arjona y Felipe Hernández, realizador y guionista del documental, por hacer ese fabuloso homenaje a la historia y las fundadoras de la AVT, de un modo tan cariñoso; a Héctor y su innumerable equipo de trabajadores y técnicos que han logrado este maravilloso escenario y ha plasmado en una emocionante exposición, nuestros recuerdos y los grandes hitos de la AVT.

A la comisión organizadora, a los trabajadores y voluntarios que han estado desde bien temprano colaborando para que vuestra estadía fuera lo más cómoda y agradable.

A Cristina Cuesta, directora de los actos del 30 aniversario,

Creedme si os digo que concebimos este congreso desde nuestro más profundo cariño y respeto a la memoria de todos, pero reflejando la verdad. Porque sólo así habrá justicia real.

La AVT, y yo misma como presidenta, y mientras esté en este cargo, seguiremos trabajando, aunque los políticos no nos ayuden, para que los presos cumplan sus penas y se pudran en las prisiones.

Para que Bildu salga de los ayuntamientos y ETA NO vuelva a las instituciones. Y para que la voz de las víctimas sea tenida en cuenta por el bien del Estado de Derecho, la libertad y por el bien de España.

Queridas víctimas, autoridades y amigos,
Declaro concluido el congreso del 30 aniversario.