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Nuevamente, la Audiencia Nacional ha tomado una decisión sorprendente, totalmente contraria a las bases que han sustentado la política antiterrorista en los últimos años. La puesta en libertad de la abogada de etarras Arantza Zulueta supone un paso más, y ya van demasiados, en el deterioro de la lucha contra ETA.
Desde la Asociación Víctimas del Terrorismo no podemos entender cómo se puede poner en libertad a una persona que, sólo hace dos meses fue encarcelada por encontrar en su despacho croquis de zulos de ETA. En la solicitud de prisión que solicitó el fiscal González Mota, del pasado 14 de julio, se decía bien claro que se solicitaba el ingreso en prisión porque "sólo los integrantes de la organización terrorista disponen de material sensible de la organización". Este es el caso de los planos de los zulos que tenía Zulueta. ¿Qué ha cambiado en estos meses? ¿La posesión de esos planos ya no es delito por pertenencia a organización terrorista?
También hay que recordar que, según los documentos que aparecieron en el despacho de Zulueta, ETA encargaba a su abogada de realizar informaciones sobre el edificio de la Audiencia Nacional. Por ello, Grande-Marlaska revocó su libertad y volvió a prisión.
Cuando Zulueta presentó un recurso –por el que finalmente ha quedado en libertad provisional- tanto la Fiscalía como la AVT pedimos que siguiera en prisión. La AVT argumentó que "existía el riesgo de reiteración delictiva ya que si se le había encargado informaciones sobre la Audiencia, no existe seguridad de que no pueda estar pasando dicha información durante el tiempo que estuvo en libertad". Y hay que recordar que también podría imputársele un delito de tenencia de explosivos por los encontrados en el zulo.
Ahora, en el auto dado a conocer ayer por la Sala de lo Penal, encabezada por el juez Alfonso Guevara, se señala que pasa a libertad bajo fianza porque "desde su puesta en libertad (en diciembre de 2010 por este mismo caso) no se ha acreditado que haya realizado actividades que supongan una reiteración delictiva en apoyo de la organización terrorista".
Con toda esta historia, desde la AVT planteamos varias preguntas:
- ¿Quién garantiza a las víctimas que no existe riesgo de fuga de Arantza Zulueta? ¿Tendremos que volver a escuchar nuevas lamentaciones como ocurrió con los casos de Troitiño y De Juana?
- ¿Cómo sabemos que, en su condición de abogada de etarras, Zulueta no seguirá realizando su labor de intermediación con los presos de ETA y la banda terrorista?
- ¿Cómo sabe el señor Guevara que en estos meses, Zulueta no ha usado otras vías de comunicación para seguir realizando su labor dentro de ETA?