Un grupo de chavales de entre 15 y 18 años asociados a la AVT ha participado este mes en un campamento internacional de una semana de duración para adolescentes afectados por el terrorismo, organizado por la asociación estadounidense Tuesday"s children y que se ha desarrollado cerca de la ciudad de Boston (EE. UU).
Los cinco jóvenes asociados partieron rumbo a Boston el pasado 12 de julio desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) acompañados por el psicólogo de la AVT Alejandro Zapardiel. El objetivo del campamento era que conviviesen más de 80 adolescentes de 15 a 20 años procedentes de 13 países de todo el mundo para que compartiesen sus experiencias personales y así aprender estrategias con las que enfrentarse a las consecuencias que supone la pérdida de un familiar en un atentado terrorista.
Durante el campamento, los participantes asistieron a terapias grupales en las que pudieron compartir su historia, recibieron sesiones formativas con la que se pretendía fomentar los valores de la dignidad, la paz, la comunicación o la tolerancia, y disfrutaron de otras actividades lúdicas como deporte, teatro, música y baile.
Uno de los participantes españoles, de 16 años, dice que lo que se lleva de esta experiencia son las personas que ha conocido. "Tengo ganas de verles a cada uno de ellos otra vez y repetir esta experiencia. Ha sido emocionante descubrir a tanta gente buena y con ganas de escucharte y apoyarte en una sola semana", asegura.
Tuesday"s children es una asociación estadounidense que principalmente ofrece asistencia a las víctimas de los atentados del 11-S. Este campamento, que responde al nombre de Project Common Bond, es un programa pionero desarrollado por Tuesday"s Children en 2008 y esta edición es la quinta que organiza. La AVT ha participado por primera vez este año, que se ha desarrollado exactamente en la ciudad de Byfield.
El psicólogo de la AVT que acompañó a los chavales españoles recuerda que todo fue positivo. "Nunca vi ninguna palabra más alta que otra, ningún comentario ofensivo, negativo, hiriente o irrespetuoso. Eso teniendo en cuenta que había gente de países o regiones enfrentadas entre ellas como Palestina e Israel, y que se hablaron de temas tan difíciles como terrorismo, relatos, historias de pérdidas, paz y dignidad", afirma.
Otra de las participantes españolas, de 18 años, asegura que cualquier momento del campamento, por difícil que fuese, era "único" y todos acababan sonriendo. "Nos hemos hecho más fuertes, sabemos que no estamos solos, que nadie nos va a juzgar por nuestra cultura o color de piel y que con esfuerzo, tolerancia, unión y justicia, conseguiremos hacer del mundo un buen lugar para vivir", concluye.
Los chavales, de otras ciudades de Estados Unidos y de lugares como Argentina, Israel, Palestina, Rusia, Sri Lanka, Marruecos o Nigeria, convivieron en una residencia de estudiantes donde se desarrollaban todas las actividades y un día disfrutaron de una excursión a Boston.
Los chicos y chicas españoles que participaron en el campamento fueron seleccionados previamente con un sorteo oficial realizado en la sede de la AVT, en el que padres de los posibles participantes - adolescentes entre 15 y 20 años con un buen nivel de inglés que hubiesen perdido a un familiar directo en un ataque terrorista - se ofrecieron a ser testigos del sorteo para comprobar que se realizaba de manera correcta. La AVT, que informó de esta oportunidad vía correo electrónico a las familias con algún miembro que cumpliese estas características, recibió una gran cantidad de solicitudes y finalmente asistieron cinco chavales, dos chicas y tres chicos.