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Tras conocer las últimas decisiones y nombramientos relacionados con la atención a las víctimas del terrorismo en el País Vasco, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) quiere anunciar que renunciamos mantener cualquier tipo de relación institucional con el Gobierno vasco y no solicitaremos ningún tipo de ayuda económica, ni ahora y ni en el futuro, por ética y por respeto a todas y cada una de las víctimas del terrorismo.
Expresamos nuestra indignación ante los últimos movimientos del Gobierno vasco, situando como director del Área de Paz y Convivencia a Jonan Fernández, que fue concejal de la ilegalizada Herri Batasuna. ¿Pretende el señor Urkullu que nos sentemos en la misma mesa que un individuo que perteneció a un partido terrorista que aplaudía y jaleaba todos y cada uno de los asesinatos de ETA?
Con este nombramiento, el Gobierno vasco deja clara cuál va a ser su estrategia, dando legitimidad al discurso de ETA con tal de conseguir el borrón y cuenta nueva que llevan años buscando. Se propicia así que ETA sea la que imponga su historia y lleguemos a ese final sin vencedores ni vencidos, inventándose un conflicto inexistente que ayudará a legitimar los asesinatos de ETA y facilitará que los terroristas no tengan que condenar sus crímenes.
Todo con el único objetivo de diluir a las víctimas del terrorismo –las únicas víctimas reales en todo esto- en una categoría superior en la que nuestra voz y nuestras demandas queden relegadas al olvido.
El nombramiento de Fernández es sólo un primer paso para que sea ETA quien ponga el punto y final a su propia historia de terror. Ya en el propio cargo se lee "Area de Paz y Convivencia", lo que lleva directamente a términos como conflicto, reconciliación,... típicos en la terminología etarra, que tristemente está siendo asumida por demasiados sectores de la sociedad española.
Ante esto, temerosos de los próximos movimientos de esta Área de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, renunciamos a mantener ningún tipo de relación institucional y no solicitaremos ningún tipo de ayuda. Preferimos pasar dificultades y tener necesidades que rebajarnos a pedir un solo euro a Bildu, Batasuna y a aquellos que durante décadas brindaban tras cada atentado de ETA.