Durante el fin de semana del 17, 18 y 19 de mayo, un grupo de asociados de la AVT procedente de diferentes puntos de la geografía española se desplazó hasta Andalucía para disfrutar de una convivencia en las ciudades de Córdoba, Úbeda y Baeza.
La ciudad jienense de Marmolejo fue el centro neurálgico desde el que partieron nuestros asociados para disfrutar del mes de mayo andaluz. Estuvieron acompañados por la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, la secretaria general Narci López y algunos de los delegados de la Asociación.
La lluvia no deslució la llegada del grupo a Córdoba, cuyas calles engalanadas con motivo de los Patios levantaban la expectación de los asistentes. El color del mes por excelencia de Córdoba no fue deslucido por la lluvia, que poco a poco fue dando paso al sol. Flores y miles de personas caminaban de patio a patio, admirados por tanta belleza.
Después de la comida, continuó la visita por Córdoba y nuestros asociados se perdieron por sus calles. Conocieron la Mezquita-Catedral, la Sinagoga, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Puente Romano, las Caballerizas Reales, el Cristo de los Faroles y el Museo Julio Romero de Torres.
Después de la visita a la Ciudad Califal, el domingo tocó el turno para la visita a dos de las ciudades más emblemáticas de Andalucía que, además, son Patrimonio de la Humanidad. Al igual que Córdoba, Úbeda y Baeza cautivaron a nuestros asociados por su belleza y singularidad.
Con esta convivencia, la AVT continua cumpliendo su propósito de seguir creando lazos de unión entre sus asociados, mientras disfrutaron de un gran fin de semana en un entorno incomparable.
Esta actividad ha sido posible gracias a la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y a la Dirección General de Inmigración, Consejería de Asuntos Sociales.